La historiadora

La historiadora (título original en inglés: The Historian) es la primera novela escrita por Elizabeth Kostova, publicada en inglés en junio de 2005 por Little, Brown and Company y en español en septiembre del mismo año por Umbriel Editores.

Justo después de que Rossi entregue las cartas a Paul, el profesor desaparece misteriosamente.

Paul fue incapaz de contarle la verdad sobre la obsesión que le había tomado toda la vida.

Paul visitó bibliotecas en Estambul, monasterios en Rumania y aldeas en Bulgaria persiguiendo el rastro de su mentor.

En esa aventura él no estaba solo: le acompaña en todo momento una misteriosa joven que afirma ser la hija del desaparecido Rossi.

Todavía me sorprende cuando la gente hace esta comparación; estoy muy agradecida con que mi editor nunca la promoviera”.

[19]​ Más aún, el único personaje histórico real en su novela es Vlad Tepes y la autora indica que los nombres de algunos lugares están cambiados porque “temía que algunos lectores pudieran confundir la fantasía con la realidad, como lo hicieron con las novelas de Brown”.

En particular, plantea que el conocimiento de la historia es poder, especialmente como se encuentra escrita en los libros.

[23]​ Nancy Baker plantea en The Globe and Mail que la novela trata acerca "del amor a los libros" y del conocimiento y confort que les dan a los personajes –incluso Drácula es un bibliófilo.

[24]​[25]​ De manera similar, otro crítico declara que la novela trata sobre el amor a la erudición.

[22]​ En el centro de la novela hay un párrafo que explora las consecuencias, poder pero al mismo tiempo costo, generadas por la obsesión por la erudición.

[17]​ Kostova indica que el mundo todavía está "arruinado por conflictos religiosos", por lo tanto, la ficción histórica acerca de este tema es significativa.

[27]​ De manera más específica, Amir Taheri en Ashara Alawsat argumenta que la novela recalca la relación entre el mundo occidental y Turquía.

Drácula, de Bram Stoker, fue uno de los principales modelos de la novela de Kostova.
La historiadora está imbuida con "los placeres intelectuales y sensuales que se encuentran en antiguas bibliotecas llenas de polvo, en sus libros empastados en cuero y sus mapas borrosos". [ 22 ]