Con él vive su hija adoptiva Isabel, quien no se fía de Rita.
Don Abelardo quiere dejar su herencia a Emilio, quien está de novio con Isabel, pero Rita, sabiendo que al quedar excluida del testamento pierde todo derecho sobre el dinero y las empresas, planifica la muerte de su suegro.
Todo resulta como Rita lo planeó y su siguiente paso es inculpar a Emilio de la muerte de su padre para que así ella tenga el camino libre para administrar la fortuna y las empresas a su antojo.
Emilio es arrestado y condenado a la cárcel, tanto él como Isabel saben que Rita es la culpable de todo, pero no tienen pruebas para demostrarlo.
En la cárcel Emilio solo piensa en cómo escapar y vengarse de Rita.