La dama de Shalott

Tennyson se centró en el aislamiento de la Lady (señora, dama) en la torre y su decisión de participar en el mundo viviente, dos asuntos ni siquiera mencionados en Donna di Scalotta.

Padece una maldición misteriosa y tiene que crear imágenes en su cabeza continuamente sin ver directamente el exterior, el mundo.

Las imágenes reflejadas son descritas cómo "shadows of the world" ("sombras del mundo"), una metáfora que aclara que son un mal sustituto de la mirada directa al mundo ("I am half-sick of shadows", "estoy cansada de las sombras").

Las siete estrofas restantes describen lo que produce el ver a Lancelot en la dama; dejando de crear imágenes en su cabeza y ve Camelot desde su ventana, dejando atrás la maldición.

Deja su torre, encuentra una barca en la que escribe su nombre, y navega río abajo hacia Camelot.

Dos aspectos, en particular, del poema, intrigaron a estos artistas: la idea de la señora atrapada en su torre y la joven moribunda río abajo hacia Camelot.

[4]​ En 1857, Edward Moxon escribe una edición del poema de Tennyson ilustrada por William Holman Hunt y Dante Gabriel Rossetti, Hunt describió el momento cuando la dama vuelve para ver a Lancelot.

Esto se consideró una alusión profunda a la dama, atrapada y alejada de la realidad, creando imágenes en su cabeza.

En 1888, pintó la Señora que marcha para Camelot en su barca; este trabajo está recogido en el Tate Britain.

En la literatura, se han hecho eco de la dama tennysoniana autores tan variados como Lucy Maud Montgomery, D. H. Lawrence o Agatha Christie.

Han rendido homenaje a la dama tennysoniana recientemente poetas como Juan Planas Bennásar, Isa Pérez Rod o María Elena Higueruelo.

The Lady of Shalott Looking at Lancelot por Waterhouse, 1894
Ilustración de W. Y. F. Britten para una edición de 1901 de un de los poemas de Tennyson
The Lady of Shalott, Walter Crane (1862).
Lady of Shalott de William Holman Hunt (1905)
Elaine llega a Camelot.