La caza de la codorniz

En este primer año de su trabajo como pintor de cartones para tapices con destino a la Real Fábrica el trabajo de Goya estaba estrechamente dirigido por su cuñado Francisco Bayeu, que bosquejaba los borradores sobre los que posteriormente trabajaba Goya.

En primer término, a la derecha, aparece un cazador con su perro rastreando.

Consecutivamente, y a la izquierda, un poco más al fondo se muestra el disparo mientras el perro espera agazapado.

Pero la dificultad estriba en conseguir la interrelación de los distintos motivos representados, lo que en este cuadro perteneciente a la primera serie de tapices, Goya no logra con resolver con solvencia.

En sus series posteriores logrará unificar toda la escena con varios personajes, encontrando soluciones compositivas más naturales, como se puede apreciar solo dos años más tarde, en 1777 en el Paseo por Andalucía, donde el movimiento de la pareja se relaciona con los sucesos broncos que pueden ocurrir unos momentos más tarde y con las miradas de los embozados que los rodean y preludian un conflicto.