La Vía Láctea es el nombre de la galaxia en la que se encuentra nuestro sistema solar.
La película fue rodada en París y en la región parisiense a lo largo de ese mismo verano.
Sólo se habla de él, Dios Padre sigue existiendo, pero muy vago, muy lejano.
En cuanto al desventurado Espíritu Santo, nadie se ocupa de él y mendiga por las plazas".
Le parecía también que "el camino recorrido por los dos peregrinos podía aplicarse a toda ideología política o, incluso, artística".