Los españoles llegaron a la zona a mediados del siglo XVI (1552) y se establecieron en el paraje donde confluyen los tres ríos al que denominaron El Tingo.
Después de 140 años de auge minero, en febrero de 1689, un aluvión devastó el asiento minero El Tingo y los pobladores fueron evacuados a la parte alta del cerro donde se unieron con antiguos pobladores, nombrando a dicho lugar Tayancapata.
Desde esa fecha se cambió el nombre del lugar, de Tayancapata pasó a denominarse La Soledad.
La Soledad presenta una geografía accidentada, en la que se aprecian laderas y hondas quebradas, amplias ensenadas cubiertas de bosques y pastizales naturales así como elevadas montañas, que en su seno guardan ricos yacimientos de oro y plata, que son explotados desde muchos años antes de la llegada de los españoles hasta la actualidad.
A los nacidos en el pueblo de La Soledad se les conoce como Sholanos y aunque esta palabra no está registrada en el Diccionario de la Lengua Española, se ha vuelto tradicional nombrarlos así y es muy común escucharlo cuando se menciona a alguien de La Soledad.