La familia se estableció en Clichy, cerca de París, donde su madre trabajaba en una lavandería.
A los dieciséis años, ya bailaba en cabarés con ropas que tomaba "prestadas" en la lavandería.
En 1925 la hallaron canosa y desdentada cerca de París, viviendo en la miseria.
Regresó a Montmartre en 1928 como vendedora de cigarrillos y cacahuetes en una esquina cercana del Moulin Rouge.
En su lecho de muerte preguntó al sacerdote: Padre, ¿Dios me perdonará?