Su peso (más de 150 kilos) le daba a su voz un toque distintivo y andrógino.
[1] Cuando se mudó a La Habana a la edad de 12 años, se convirtió en cocinera para la familia Bengochea (Arturo Bengochea era el presidente de la liga profesional cubana de base-ball) pero pronto empezó a cantar por las noches en el Bar Celeste, en las calles Humboldt e Infanta, un sitio donde los artistas se reunían.
El director del Hotel Capri se fijó en ella y la contrató.
Empezó a actuar en el Cabaret Capri con la orquesta de Rafael Somavilla, en la revista Pimienta y Sal junto a otros cantantes, bailadores y un cuarteto dirigido por el pianista Carlos Faxas.
En ese programa, apareció junto a Benny Moré y Celia Cruz.