Como no existía iglesia, decía las Misas en las casas y rezaba el Rosario por las noches al freso con la gente.
Más adelante llegó a La Fresneda la luz y el teléfono el 18 de julio de 1963 y posteriormente llegó a la plaza en algún otro punto del pueblo el agua corriente.
Situado en un valle, y recorrido por el agua del arroyo Valbellido, tan necesaria para la vida.
El azul del cielo, donde quedan representados todos esos fresnedanos, que por desgracia, ya no se encuentran entre nosotros.
Pese a ser un pueblo tan pequeño, es visitado por muchas personas de los alrededores debido a que posee unas sierras no muy conocidas, casi vírgenes y de un embalse en el cual se puede pescar.