Sus miembros se organizaron buscando una mayor autonomía artística, pero manteniendo su militancia en la UPA.
[3]Esta desprofesionalización buscaba acentuar el carácter popular de su obra, orientada a alcanzar a la mayoría de la población y con ello generar un nuevo sujeto político, en lo que fue denominado "conceptualismo proletarizado".
En ella reclamaban el espacio del arte como propicio para estimular la lucha de clases, y tras su finalización sus obras fueron destruidas para evitar que pudieran ser mercantilizadas.
[3][6]Estas muestras situaban en un lugar central temas que habían sido excluidos del arte apoyado institucionalmente, y los vinculaban de forma explícita con documentos informativos y de denuncia política.
En este sentido, estaban vinculados a través de la UPA al FRAP y el PCE (m-l), que practicaban un maoísmo con un componente anticolonial, y debatieron con la Sociedad de Amigos del Sáhara,[3] si bien también tenían componentes cercanos a la acracia y el trotskismo.