Morgan; Benjamin Strong, vicepresidente del Banker's Trust Co.
; y A. Piatt Andrew, exsecretario de la Comisión Monetaria Nacional (National Monetary Commission) y en esos momentos Secretario Asistente del Departamento del Tesoro.
Además Griffin denuncia un entramado de "banqueros centrales" que financian ambos lados en guerras o revoluciones[17] Adicionalmente Griffin alega que las Naciones Unidas, el Council on Foreign Relations, y el Banco Mundial están trabajando a fin de destruir la soberanía de los EE.
[4] (ver Nuevo Orden Mundial (conspiración)) Como otros libertarios[18] Griffin propone un sistema basado en el «dinero privado» de mercado libre.
[21] Como otros partidarios del patrón oro, una de las críticas principales de Griffin al sistema financiero actual se basa en la manera que los bancos funcionan —ver Banca de reserva fraccional— que Griffin percibe como estando íntimamente relacionado con —o debido a— la acción estatal y que a su vez se basa en —crea— deuda, lo que Griffin denomina el Mecanismo de Mandrake el mago".
[22] En la visión de los críticos del sistema de reserva fraccional esa habilidad se basa en un truco o peculiaridad matemática: cuando los bancos prestan, no entregan físicamente dinero, sino más bien un documento al respecto, asignando una cantidad del dinero que poseen a ese propósito.
Quien obtiene ese documento a su vez lo deposita en el mismo u otro banco, pero ese "nuevo dinero" forma ahora parte de los fondos que los bancos disponen para prestar.
Ahora el banco puede prestar otras —a fin de simplificar— 80, y así sucesivamente.
[25] Otra crítica a Griffin expone que su análisis es confuso.
Eso llevó históricamente a que se pudieran hacer grandes ganancias simplemente cambiando monedas de plata por otras de oro a valor nominal en los bancos.
UU., uno de los problemas que se intentó resolver con la creación del Fed fue el creado por el quiebre de bancos regionales o locales —de los cuales había una gran proliferación a fines del siglo XIX y comienzos del XX—.