En la novela se describe a Lemarchand como un artesano francés que antiguamente se había dedicado a fabricar aves cantoras y para crear el cubo había tomado la técnica china de las cajas enigma y la había combinado con su perverso sentido de la lógica, es así como una persona inteligente, con una pasión por resolver el rompecabezas podría pasar la mayor parte de un día aflojando la primera pieza.
Como describe Barker en la primera página de la novela: La melodía sigue evolucionando cuando cada pieza se mueve:
La versión cinematográfica también está acabada en bronce u oro, y parece haber símbolos arcanos grabados en su superficie.
En la película Hellraiser: Bloodline, el cubo es originalmente un simple juguete diseñado como un rompecabezas y creado hace más de dos siglos, el cual es utilizado por el hombre que lo encargó en una ceremonia de Magia negra, transformándose así en la puerta para dejar entrar a los cenobitas.
Los cenobitas, relativamente diferentes a la caracterización del film pero aun así representativos, hablan de un líder entre ellos a quien incluso temen (el personaje conocido como Pinhead en el cine es solo su portavoz), el cual es llamado El Ingeniero un ser humanoide cuya cabeza está hecha de luz.
Más adelante en la misma película puede apreciarse a varios enfermos mentales que juegan con ellas, supuestamente con el fin de abrir puertas entre dimensiones para el Dr. Channard.
En Hellraiser: Judgment se puede ver que para esa época tanto la Configuración del Lamento como sus copias están en "la casa", custodiadas por el Auditor de la Inquisición Estigia.