Pero Renato, acuciado por las deudas, curiosea los documentos y se entera de todo.
Entonces aprovecha un accidente durante un ensayo de la nueva función para fingir que el golpe en la cabeza le ha trastornado y que ahora le gustan las mujeres, con el objeto de asustar a Albin con su posible pérdida y conseguir que acceda a casarse y obtener la herencia con el pretexto de someterle a un caro tratamiento médico que le devuelva su orientación sexual.
Convencido de la mentira Albin acude a una agencia matrimonial para buscar una mujer, los preparativos de la cita le hacen sentir tanto estrés que decide irse a suicidar a la vía del tren, como acostumbra, y no se mueve de allí hasta que Renato le confiesa el engaño.
Pero Cindy conoce a Mortimer y ambos jóvenes se enamoran.
Tras varios enredos Renato hace un trato con Mortimer: Albin no se casa con Cindy, ni ninguna otra, y renuncia a la herencia con la condición de que Mortimer cuando la reciba la reparta a partes iguales con ellos y así se pueda casar con Cindy y asegurarle un futuro.