Sus decisiones (o la falta de ellas) tienen enormes consecuencias, no sólo para los estadounidenses sino también para "las poblaciones subyacentes del mundo".
Pues nadie lo dirige por completo, sino, en la medida en que lo hace cualquier grupo, la élite del poder".
dijo burlonamente: "Espero con ansia el momento en que el Sr. Mills devuelva su túnica de profeta y se dedique a ser sociólogo nuevamente".
[3] Adolf Berle señaló que el libro contenía "un incómodo grado de verdad", pero Mills presentaba "una caricatura enojada, no una imagen seria".
[3] Dennis Wrong describió el libro como "una mezcla desigual de periodismo, sociología e indignación moral".