También se obtiene calculando la altura a la que la densidad de la atmósfera se vuelve tan baja que la velocidad de una aeronave para conseguir sustentación aerodinámica mediante alas y hélices debería ser equiparable a la velocidad orbital para esa misma altura, por lo que alcanzada esa altura por esos medios las alas ya no serían válidas para mantener la nave.
La atmósfera no termina abruptamente a una altura determinada, sino que se hace cada vez más tenue con la altitud.
Para un avión que está tratando de volar más alto y más alto, el aire se va haciendo menos denso, y eso obliga al avión a aumentar la velocidad para crear sustentación suficiente.
Fue desarrollado por el ingeniero Werner von Braun y era el prototipo del futuro cohete V-2 o Vergeltungswaffe 2 («Arma de la venganza 2») que los nazis utilizaron para bombardear Londres.
[1] Pero antes de que el programa Apolo se desarrollara, el límite fue franqueado por segunda vez durante la Guerra Fría por los cohetes R-7 diseñados por un equipo soviético dirigido por ingeniero Serguéi Koroliov.