Lágrimas, risas y amor

Al igual que Memín Pinguín y Tradiciones y Leyendas de la Colonia estaba impresa en tinta café o sepia, aunque algunas reediciones fueron impresas en tinta negra,[3]​ con cinco viñetas por página dibujadas a medio tono.Antes de que una historia llegara a su fin, se iniciaba otra compartiendo el ejemplar, no siempre con la misma cantidad de páginas por cada una, aunque también tuvo una época en la que se publicaron siempre dos o tres historias simultáneas por ejemplar.En las primeras doce ediciones se publicaron historias unitarias de 32 páginas como fotonovelas (usando la técnica de fotomontaje) que concluían en el mismo ejemplar, con títulos como "El Rebelde", "Conveniencia", "Marylin Monroe: Triunfo y Tragedia", "La Vengadora" o "Lodazal en la Conciencia".A partir del número 13, en febrero de 1963, la revista cambia al formato que la llevaría al éxito, con historias continuadas de Yolanda Vargas Dulché, dibujadas en sepia por el maestro del medio tono, Antonio Gutiérrez, y con las portadas a cargo de Luis Rey quien le impondría su estilo característico por años.Luego llegaría una historia corta sobre la esclavitud en Estados Unidos: “Sangre Esclava” (1965), que tendría una secuela más larga: “El Hijo de Yama” (1966).Posteriormente llegan “Noche” (1970), la dramática “El Atardecer de Ana Luisa” (1971) y la divertida “Ladronzuela” (1971).Ese año, a partir del número 1001, Yolanda Vargas Dulché regresa con la historia más extensa publicada en la revista: “Casandra”, en 174 episodios, que tuvo luego una adaptación a telenovela con el nombre de “Alondra”.Casi al final de “Yesenia 2ª Parte” se termina la época de los ejemplares pequeños, ya que a partir del número 1026 la revista aumenta ligeramente su tamaño al mismo que tuvieron las reediciones posteriores.Ese año también se reedita “Juan Valjean”, historia de Yolanda Vargas Dulché publicada originalmente en “Ayúdame Dra.