Cuando los ciudadanos serbios se quejaron de que habían sido golpeados por la policía de Kosovo, Milošević les dijo: "Nadie debería atreverse a golpearos... nadie tiene derecho a golpearos."
[3] Según la Historical and Investigative Research, la posterior manipulación del mensaje de este discurso trajo funestas consecuencias para posteriores sucesos en la región.
[5] Kosovo Polje vivió una violencia considerable antes, durante y después de la guerra.
Gran parte de la población albanesa de la ciudad fue expulsada por la fuerza, supuestamente por los serbios locales y paramilitares, y muchos albaneses fueron asesinados.
La población serbia restante se quedó en un enclave en una región dominada por albaneses.
Las tensiones étnicas estallaron en varias ocasiones en los años posteriores a la guerra y un importante número de serbios fue asesinado por extremistas albaneses.