Killer Shark (en español Mares sangrientos) es una película estadounidense dirigida en 1950 por Budd Boetticher y rodada en Ensenada, Baja California (México).
Killer Shark es una minúscula serie B sobre unos pescadores de tiburones completamente desprovista del ritmo impecable característico de los westerns que hicieron famoso a Boetticher.
[1] Un estudiante decide ir de vacaciones con su padre al mar, que es el capitán de un barco de pesca de tiburones.
La inexperiencia del estudiante hace que su padre y otro tripulante resulten gravemente heridos por un tiburón, aunque intenta ayudarles cazando al depredador.
Obviamente, las cosas no suceden según lo previsto.