Ketty Quintana Lacaci

Desde muy joven mostró dotes para las artes, especialmente pintura y poesía, las disciplinas en las que más se prodigó durante su edad adulta.

Ambos continuarían conservando un estrecho lazo con la localidad de Cee, donde el destino ha querido que permanezcan unidos para siempre a través del callejero local, homenajeados respectivamente con la Plaza de Ketty Quintana y la Avenida Lino Rodríguez Madero, apenas distanciadas escasos metros entre sí.

Además de destacar en su faceta como autora lírica, Ketty brillaba con luz propia al recitar poemas en un estilo personal, sosegado a la vez que melódico, con el que acaparaba miradas y atenciones en veladas junto a amigos y familiares, no sin antes el protocolario ruego de la audiencia, como diva que se anticipa sabedora del aplauso de su público.

[5]​ En el año 1971 publicó sus dos únicas obras literarias a título individual, ambas de un carácter muy identitario y propio: De entre los poemas escritos en gallego cabe hacer una mención particular a A chuvia toca o pandeiro, al que puso música el director del Conservatorio Superior de Música de La Coruña, el Maestro Rogelio Groba,[9]​ y posteriormente interpretó la Coral Polifónica Follas Novas y grabó la casa discográfica Hispavox.

[10]​ En cuanto a colaboraciones colectivas, Ketty participó en estas dos publicaciones:

Cartel de la Plaza Ketty Quintana en Cee
Cartel de la Plaza Ketty Quintana en la localidad coruñesa de Cee
Escudo de Armas de Quintana
Portada de Evasión, de Ketty Quintana Lacaci
Portada de Evasión, publicada por Editorial Moret en 1971, con ilustraciones de Julio Fernández Argüelles
Portada de Anacos do meu tempo, publicada por Editorial Moret en 1971, con ilustraciones de Julio Fernández Argüelles