Kellia (comunidad de monjes)

[2]​ Kellia era para monjes avanzados, para aquellos que "vivían una vida más remota, despojados hasta los rudimentos más desnudos", como se recoge en la Historia Monachorum in Aegypto de Flavio Rufino, que la vio personalmente.[2]​ Las celdas estaban lo suficientemente separadas como para que "nadie pudiera ver a otro ni oír su voz".[2]​ Se reunían los sábados y domingos para compartir una comida juntos, algunos recorriendo 3 o 4 millas desde su celda hasta la iglesia.[3]​ Durante el reinado del patriarca copto Alejandro II (705-730), hubo cismáticos barsanuphianos y gaianitas en Kellia.[3]​ El yacimiento ocupa más de 125 kilómetros cuadrados, en los que se encontraron muchas pequeñas colinas, o koms.Una vez excavadas, se descubrió que contenían muchas iglesias y viviendas, o celdas denominadas koms.
Kellia.