Kazimierz Sosnkowski

[3]​ Como tal se convirtió en el principal organizador del nuevo Ejército polaco,[3]​ a la sombra de Piłsudski.

[4]​ Mientras que Sikorski estaba dispuesto a un mayor sacrificio para restablecer relaciones con el gobierno soviético Sosnkowski se mantuvo inflexible.

[6]​ Hubo además que trabajar con el nuevo primer ministro, Stanisław Mikołajczyk, del Partido Campesino, luchador pero impopular entre los militares.

[10]​ En vísperas de la entrada del Ejército Rojo en el antiguo territorio polaco no existían relaciones diplomáticas entre ambos países.

[10]​ Las potencias occidentales, además, dependían principalmente del esfuerzo militar soviético contra Hitler hasta el desembarco en junio de 1944, lo que los animaba a mantener las buenas relaciones con Stalin y les creaba una sensación de inferioridad frente a este.

[9]​ Sosnkowski, que dependía del suministro británico para sus tropas y ya no podía contar con los reclutas en la URSS tras la ruptura de relaciones,[14]​ se oponía a participar en grandes operaciones donde las unidades polacas pudiesen convertirse en carne de cañón.

[15]​ Algunas de ellas, sin embargo, como las unidades aéreas, estaban integradas por completo en el Ejército británico, lo que dificultaba su control.

[16]​ El Armia Krajowa (AK) era una fuerza heterogénea,[17]​ que incluso en 1943 no agrupaba a todos los grupos de la resistencia.

[20]​ Sin acuerdo con los soviéticos, el AK debía realizar acciones de apoyo, pero mantenerse en la clandestinidad.

[20]​ Un gran alzamiento nacional quedaba descartado por Sosnkowki y el Gobierno del exilio sin lograr antes la garantía de ayuda Aliada.

[21]​ Los comandantes en Varsovia, aunque admitían su incapacidad para lograr una victoria militar,[21]​ deseaban no obstante pasar a la acción por motivos políticos: sostenían que esta podía hacer cambiar la política Aliada hacia Polonia.

[22]​ Ante la desesperada situación el mando el Polonia decidió llevar a cabo una campaña de sabotaje creciente de los alemanes para mejorar la posición política polaca, pero Sosnkowski se opuso por considerarla inútil.

[23]​ Sosnkowski, incapaz de evitar el levantamiento, solicitó, probablemente como gesto personal, permiso al Gobierno para regresar a Polonia.

[25]​ El fracaso de la operación Tempestad, la presión de Churchill para que el Gobierno en el exilio se entendiese con Stalin y la percepción del primer ministro de que solo un acuerdo con los soviéticos podía mejorar su situación le hicieron decidirse a volar a Moscú para entrevistarse con Stalin,[25]​ mientras que Sosnkowski mantenía su negativa a realizar concesiones.

[27]​ Sosnkowki, con la decisión en otras manos, viajó a Italia, donde el II Cuerpo polaco se preparaba para asaltar Ancona.

[31]​ Dos días después, la rendición de Komorowski supuso la derrota definitiva del Gobierno en el exilio, que perdió toda influencia sobre los acontecimientos políticos.

[32]​ Sosnkowski consideraba que una gran contribución militar polaca al esfuerzo bélico de los Aliados no garantizaría a Polonia su independencia y el mantenimiento de la integridad territorial con las fronteras anteriores a 1939.

Sosnkowski en 1915, durante su época como lugarteniente de Józef Piłsudski en la Primera Brigada de la Legión Polaca .
Władysław Sikorski , primer ministro y comandante en jefe de las fuerzas polacas (centro) junto a Stalin en diciembre de 1941. Sosnkowski se opuso a las concesiones a los soviéticos de Sikorski.
Stanisław Mikołajczyk sucesor al frente del gobierno del fallecido general Sikorski, mantuvo serias desavenencias con Sosnkowki, que se opuso a las concesiones de Mikołajczyk a los soviéticos.
Insurgentes en Varsovia durante el alzamiento de Varsovia en el verano de 1944. Sosnkowski se mostró contrario al levantamiento, pero lo apoyó con vehemencia una vez comenzado.