Al regresar a Checoslovaquia, continuó trabajando en el mundo de la publicidad, para las compañías Bata y Tatra.
Su popularidad entre el público infantil aumentó cuando realizó una serie de cortometrajes humorísticos que tenían como protagonista a un personaje llamado Sr. Propouk, en torno a temas de la vida cotidiana: Propouk aparecía como oficinista, inventor, bombero, etc.
Aunque sus películas están dirigidas principalmente al público infantil, posee un sofisticado ingenio, y un estilo visual que fascina igualmente a los adultos.
Por su prodigiosa inventiva, se ha relacionado su obra con la de otros grandes innovadores del cine, como Georges Méliès.
En 2012, se inauguró un museo dedicado a Zeman y su obra, el Muzeum Karla Zemana, cerca del Puente de Carlos en Praga.