Karel Čurda

Tras haber logrado escapar de la Checoslovaquia ocupada por los nazis, Karel Čurda se integró a las fuerzas checoslovacas en el exilio en Gran Bretaña.

Tras ser entrenado por oficiales británicos, el Sargento mayor Čurda fue enviado de regreso a su país junto a un comando con varios otros hombres, entre ellos el checo Jan Kubiš y el eslovaco Jozef Gabčík, encargados de planificar y ejecutar el asesinato del Reichsprotektor del Protectorado de Bohemia y Moravia, el importante líder nazi Reinhard Heydrich, en mayo de 1942.

[1]​ Con los datos entregados por Čurda los agentes de la SS y la Gestapo lograron ubicar y matar a los hombres del comando checoslovaco que mató a Heydrich, dándoles muerte tras un violento combate en la Catedral de Santos Cirilo y Metodio de la capital checa, pero las brutales represalias contra civiles no cesaron.

Čurda se casó poco después con una mujer alemana y aceptó trabajar como espía al servicio de la Gestapo en territorio checo por el resto de la guerra.

Cuando se le preguntó en el juicio «¿cómo pudo traicionar a sus camaradas?», Čurda respondió: «Creo que usted habría hecho lo mismo por un millón de Reichsmarks».