fue una estrategia naval adoptada por la Armada Imperial Japonesa después de la Guerra Ruso-Japonesa.
El almirante Isoroku Yamamoto dirigió la oposición a la doctrina tradicional kantai kessen en la Armada japonesa.
Contrariamente a otros oficiales navales, Yamamoto afirmó que construir enormes acorazados como el Yamato y el Musashi era inútil, ya que ningún barco era insumergible, diciendo: "La serpiente más feroz puede ser vencida por un enjambre de hormigas".
[2] Según Yamamoto, los aviones implementados en portaaviones serían el enjambre mortal de hormigas en la nueva guerra.
A medida que la guerra avanzaba, otros oficiales llegaron a cuestionar otros aspectos de la doctrina kantai kessen; Por ejemplo, el vicealmirante Matome Ugaki preguntó: "Me pregunto por qué no dan suficiente consideración para atacar elementos enemigos fáciles de destruir, en lugar de siempre buscar una batalla decisiva?".