A continuación los kabares fueron expulsados del jaganato jázaro y buscaron refugio en la confederación tribal magiar llamada Hétmagyar.
[1] Alrededor de 833, la confederación tribal húngara vivía en Levedia, entre el río Don y el Dniéper, vasallos del imperio jázaro.
La Gran Moravia desapareció, y los húngaros se establecieron de modo permanente en Hungría (907).
Al menos algunos de los kabares eran judíos, otros podrían haber sido cristianos, musulmanes o chamanistas.
[3] Los kabares finalmente fueron asimilados por la población húngara, dejando algunas huellas culturales y lingüísticas.