Julio Jiménez Muñoz

Nació en Ávila,[2]​ comenzó a participar desde muy joven en competiciones ciclistas, siempre destacando en la montaña, y compitiendo en su tiempo libre mientras trabajaba como aprendiz de relojero, lo cual le valió su apodo.

[3]​ En 1962 fichó por el equipo belga Faema, donde había corrido anteriormente Bahamontes, y comenzó a hacerse un hueco en el panorama internacional.

Al terminar la temporada, fue reclutado por el equipo de Jacques Anquetil, con el cual forjó una gran amistad.

Acudió al Giro de Italia en las filas del equipo Ford, y se hizo con la maglia rosa en la 2.ª etapa.

No le hice caso y me arrepentí porque por eso perdí la carrera».

Julio Jiménez, 1966.