Durante la intervención francesa tuvo a su cargo el primer regimiento de caballería.
Fiel a Santiago Vidaurri (de quien llegó a decirse que era hijo natural) cuando éste se enemistó con Juárez, ambos firmaron en Salinas Victoria su adhesión al imperio, en abril de 1865.
Es muy conocida la anécdota de que cuando Díaz, irónicamente convino a Treviño y a Naranjo la derrota, les dijo: "¿No decían que los de Nuevo León no pierden?
Le fue interceptada alguna correspondencia con los generales Plácido Vega y Juan N. Cortina.
Entonces Quiroga fue consignado a un tribunal presidido por el teniente coronel José María Mier, fiscal designado por el gobierno.