Los videojuegos crean nuevos mundos sociales y culturales– mundos que ayudan a las personas a aprenden por integrando el pensamiento, la interacción social, y la tecnología, todo al servicio de hacer las cosas que le preocupan.
[1] Los ordenadores y otras tecnologías han cambiado la manera de aprender del alumnado.
Otros autores la definen como actividades u operaciones mentales empleadas para facilitar la adquisición del conocimiento.
En los medios basados en contenido, las personas aprenden cuando le explican y reflexionan sobre los que les están diciendo.
Un fracaso de coste bajo asegura que los jugadores tomarán riesgos, exploran y probarán cosas nuevas.
Las simulaciones y los juegos digitales de hecho comparten muchas semejanzas a este sentido.
[6][7][8][9][10] Las características de juegos, adecuadamente diseñados, pueden proporcionar potentes posibilidades para la motivación y el aprendizaje.
Se necesita más investigación en esta área para para determinar el impacto de juegos y aprendizaje.
Continúa para declarar la importancia del ordenador en la edad moderna y que no utilizarla como una herramienta de aprendizaje es sencillamente una tontería.
Los videojuegos son importantes porque dejan que las personas participen en y experimenten mundos nuevos.
Pueden manipular el escenario para crear vidas digitales donde pueden experimentar las luchas de la monoparentalidad o pobreza.
El juego es complicado y difícil, al igual que sería vivir una vida real.
Con respecto a una aproximación más tradicional de la educación, El Sims ha sido utilizado como plataforma para que los estudiantes aprendan una lengua y exploren la historia mundial mientras desarrollan habilidades como la lectura, matemáticas, lógica y colaboración.
[27] Algunos otros estudios agregados también muestran un aumento en aprender rendimiento gracias al uso de videojuegos.
Los investigadores de este estudio encontraron que con el tiempo los niños empezaron a pensar más agresivamente, y cuándo se los provocaba en casa, escuela o en otras situaciones, los niños reaccionaron mucho, igual que hicieron cuando estaban jugando a un videojuego violento.
Emma Blakey señala que muy pocos estudios han examinado si los videojuegos mejoran el rendimiento de aula y académico.