En Los Ángeles, el agente especial del FBI, Joel Campbell (James Spader), llega demasiado tarde para salvar a una mujer joven de un asesino en serie que ha estado investigando y que logra huir.
Al principio no le presta mucha atención hasta que abre su correo postal y descubre que le habían enviado una foto de la mujer a su apartamento tres días antes del asesinato.
Una noche, Campbell recibe una llamada telefónica del asesino, David Allen Griffin (Keanu Reeves), quien revela que siguió a Campbell a Chicago y quiere reconstruir la "relación" que alguna vez tuvieron.
Campbell le dice a Ibby que quiere volver al caso y su solicitud es inmediatamente aceptada.
Sin embargo, cuando Campbell obtiene el número de su casa y llama, Griffin, que ya estaba allí, la ha matado.
Griffin explica que tiene a Beilman como rehén en algún lugar y solo quiere hablar con él.
Campbell usa en secreto su teléfono celular para llamar a Mackie y le informa sobre la situación.
[7] Tuvo una disminución del 36% en las ganancias brutas la semana siguiente, aunque eso bastó para mantener la película en el primer puesto.