Una vez llegada a Wessex, fue coronada reina, siendo la primera consorte real en recibir tal honor.
La siguiente sería Elfrida, esposa del rey Edgar el Pacífico.
Un mes más tarde Judit se casó con su hijastro y nuevo rey de Wessex, Ethelbaldo.
Judit es devuelta a Francia y confinada por orden paterna en el monasterio de Senlis.
De allí, marcharon a Roma, solicitando la protección del Papa Nicolás I, quien logró la total reconciliación entre Balduino y Carlos el Calvo.