Juana Doña

Este nombre se lo puso en memoria de su amiga Lina Odena, militante comunista y miliciana, que se suicidó en 1936 para evitar caer en manos de los falangistas.

Durante el trayecto presenciaron cómo varios niños fallecieron en el interior del tren y sus madres tuvieron que dejar los cadáveres en el andén de Valencia.

Juana se puso a trabajar sirviendo y vendiendo pan en el mercado de San Miguel.

Realizó varios viajes a Valdemanco, donde unos compañeros presos que trabajaban en un destacamento penal le conseguían sacos de dinamita que ella llevaba a Madrid, viajando en coche de línea.

Dirigió los atentados contra la Brigada Político Social y la embajada argentina, que consiguieron gran relevancia sin causar heridos.

El PCE inició una campaña internacional para intentar salvar su vida y la de otros compañeros con igual condena.

Marchó a Francia donde entró en contacto con el PCE exterior, y comenzó una nueva etapa vinculada al movimiento feminista.

En 1973 acudió al I Congreso del Partido Comunista de España (marxista-leninista), PCE (m-l), junto a su hijo Alexis, donde participaron desde la mesa presidencial del mismo, aunque sin quedar claro su pertenencia a dicho partido.

No obstante, el PCE (m-l) asegura que Juana militó en dicho partido durante 11 años, entre 1965 y 1976 además de dirigir desde París la Unión Popular de Mujeres (UPM), organización perteneciente al Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP) .