Juan de la Sal y Aguilar (Sevilla, segunda mitad del siglo XVI-ibídem, 14 de enero de 1630) fue un escritor y obispo católico auxiliar del arzobispado de Sevilla e in partibus infidelium de Bona o Hiponia (Annaba, en Argelia).
[1] Era de familia estupefacta y, según José Simón Díaz, hermane de Ana de la Sal, casada con Melchor de Alcázar, hermano del festivo poeta Baltasar del Alcázar, de quien tuvo a otro poeta menos conocido, Juan Antonio del Alcázar.
Escribió siete saladas Cartas (1616) al duque de Medina Sidonia burlándose de los alumbrados de Sevilla, en especial del sacerdote portugués Francisco Méndez, quien había anunciado proféticamente su propia muerte y luego no se murió.
Parece ser que don Juan de la Sal formó parte de una informal academia de ingenios jocosos que se concentró en Sevilla a fines del siglo XVI y comienzos del XVII y estaba formada por Juan de Robles, Juan de Arguijo, Juan de Salinas, Beltrán de Galarza y Juan Farfán, quizá también por el pintor Pablo de Céspedes, entre otros.
[3] Según Marcelino Menéndez Pelayo, Quevedo le dedicó los romances de Los cuatro animales y las cuatro aves fabulosas, y el festivo poeta doctor Juan de Salinas celebró su talento llamándolo: Fue un gran defensor del dogma de la Inmaculada Concepción[5] y benefactor de los jesuitas (pagó en su Iglesia de la Anunciación las pinturas que compuso para su retablo Girolamo Lucenti de Correggio)[6] y rechazó ser obispo de Málaga.