Es por ello por lo que se le considera el santo patrono de los inmigrantes indocumentados [mexicanos].Al serles negada, obtuvieron del gobierno federal la concesión para explotar los casinos como centro turístico.Los líderes sindicales querían revertir la expropiación a la fuerza, y que se les permitiera operar nuevamente el casino.Es necesario narrar lo anterior porque algunas personas entrelazan dos acontecimientos distintos que concuerdan en lugar y fecha.En ese tiempo la ciudad de Tijuana solo tenía 19 000 habitantes, por lo que todos los vecinos se conocían.Al día siguiente, la pequeña ciudad era un caos, todos los vecinos estaban buscando la niña y hacia las diez de la mañana unos niños encontraron el cuerpecito degollado y ultrajado de la menor.Entre los sospechosos estaba el soldado Juan Castillo Morales, conocido posteriormente como Juan Soldado, un soldado raso quien después de horas de interrogatorio, y con pruebas circunstanciales que no eran definitivas por lo que no aceptaba su culpabilidad fue encarado por quién se dice era su mujer, según la cual la noche en que desapareció la niña Olga Camacho, Juan Castillo Morales, Juan Soldado, apareció en la casa de su pareja manchado de sangre, se quitó la ropa y le pidió que la lavara.[1] "Su presencia [de la mujer] con la ropa [ensangrentada del soldado] fue la calamitosa puntilla para Juan Castillo Morales, quién dejó caer la cabeza entre las manos y dijo, sollozando, que él había sido.Allí la violó, luego la mató y la traslado al garage, donde le cortó el cuello con un vidrio."Con las pruebas exhibidas por la policía local, por el jefe de la policía de San Diego y por el personal del naciente FBI a cargo del agente William Menke, la justicia militar optó por hacer un juicio militar sumario al asesino Juan Castillo Morales (a) Juan Soldado, a la vista del grave crimen que cometió y la confesión que hizo sin ningún tipo de presión.Vale la pena transcribir textualmente la reconstrucción de la ejecución que hace Paul J. Vanderwood (2008) en su obra:Actualmente en el viejo panteón de Puerta Blanca existen dos pequeñas capillas dedicadas a Juan Soldado, en la primera capilla es en la que se dice que está sepultado; en ambas le rinden culto personas que tienen problemas para ingresar en Estados Unidos o se dedican al tráfico de personas en la frontera.Fue él, fue Juan Soldado, inclusive llegó a su casa todo sangrado y su esposa lo vio.A Juan Soldado ya lo habían agarrado, pero no sabían si él tenía la culpa.Posteriormente, la familia de la niña Olga cambió su restos al panteón municipal "número dos", en donde aún yacen y su tumba se conoce entre quienes conocen la historia de su muerte como la "tumba olvidada".