En 1773 tuvo lugar su primera acción bélica contra los corsarios que acechaban Ceuta, Melilla y el Peñón de Vélez de la Gomera.
Posteriormente, participó en la batalla de Pensacola.
En 1784 tomó parte en la misión diplomática que se enviaría para mejorar las relaciones con la corte del sultán otomano Abdul Hamid I.
En 1793 combatió en el fracasado desembarco de Tolón.
Desde 1911 sus restos se encuentran enterrados en el Panteón de Marinos Ilustres, en San Fernando.