Para cubrir el cargo de organista segundo, que quedaba vacante, se eligió a Antonio Barrera.
[2] Juan Manuel del Barrio estrenó los nuevos órganos construidos por el organero Julián de la Orden en la Catedral.
Los órganos habían quedado destruidos tras un incendio y los nuevo pudieron escucharse en 1768.
[1] Según los musicólogos Pedrell y Anglés, la obra de Barrio fue alabada por Francisco Valls.
En la Catedral de Cuenca se conservan una misa a ocho voces, una lamentación y villancicos.