Se dedicó al comercio en su juventud y llegó a reunir una importante fortuna.
A su regreso fundó un colegio secundario en Mendoza, pero éste no duró mucho.
Se incorporó al ejército después del fracaso de Talcahuano y participó en las batallas de Cancha Rayada y Maipú.
Fue administrador del ejército, y ocupó también otros cargos de importancia.
Sus restos mortales descansan en el Cementerio Presbítero Matías Maestro.