Juan González de Criptana

Fueron sus padres Fernando de Soria y Ana Lupesia.De nuevo enmendó el autor la obra, esta vez definitivamente, y la publicó en Valladolid con el título de El Perfecto Cristiano para levantar el espíritu a Dios (1601) con un éxito notable, pues en 1787 ya contaba seis ediciones con ese título, aunque puede que hubiera algunas más desconocidas.También se le recuerda por un singular tratado contra las comedias incluso en su Tercera parte del confesionario, impresa en 1610.Este tratado es ciertamente extenso y se articula en cinco partes.No pretende el autor que se suspendan las representaciones de comedias, sino que se reformen, de modo que: Más adelante: «No sé que haya hombre de razón que diga que es bueno que todos los días de la semana y de todo el año vaya el pueblo a pendón herido a oír comedias, cebados del deleite sensual que los trae los sentidos ocupados, y encantadas las potencias, y engañado el gusto, y el juicio de la razón, con las músicas, con los bailes, con las invenciones y las fábulas, con el verso limado y la maraña y la razón aguda, con el donaire y el traje y el buen talle dellos y dellas.»[5]​