Exposición itinerante en museos de Estados Unidos 1976 Galería D’Arcy, Nueva York.
Al comienzo fue pintor y se situó dentro de la neofiguración respondiendo a patrones baconianos.
Reconoce influencias del grupo CoBrA, del inglés Alan Davie, y del este movimiento neofigurativo de Ernesto Deira, Rómulo Macció, Luis Felipe Noé y Jorge de la Vega, pero siempre trabajó en forma solitaria sin casarse con ningún grupo o tendencia.
Los temas de las esculturas de Distéfano son el dolor físico dado a otros, la violencia, la animalidad del hombre depredador, la tortura - en clara alusión a la dictadura argentina entre 1976 y 1983 -, relatos bíblicos sobre espíritus malignos torturados, la crucifixión, formas ignominiosas del suplicio, el descenso del alma torturada a los infiernos, destinos trágicos, el drama de los condenados sin causa.
Todas sus obras transmiten una sensación sofocante, un estado opresivo, un efecto de compresión.
Pero no es el caos lo que reina sino todo lo contrario: un riguroso orden geométrico con alteraciones en la distancia, en la posición y en la escala.
La figura humana desnuda, sometida a estructuras que la aplastan y la comprimen, soporta tensiones brutales hasta el desgarramiento.
Figuras crispadas, tumbadas, retorcidas, desprotegidas, vulnerables y expuestas a las inclemencias del tiempo y de los hombres: agua impenetrable, pantanosa y humo rígido que ahogan, viscosidades de líquidos perturbadores, peldaños de escalinatas que se abren al abismo.
Entre sus temáticas aparecen encarnizadas refriegas, disturbios raciales, máscaras mortuorias, masacres, asesinatos, desastres, iniquidades, violaciones y genocidios.
[6][7] Existen obras suyas expuestas permanentemente en: Modela primero en barro, obtiene el molde en yeso y luego lo pasa a poliéster pintándolo con esmalte epóxico.