Griselda Gambaro

En sus textos, los vínculos tradicionales de la sociedad (familia, amigos, patrones) engendran humillaciones, odios y rencores, pero también hay lugar para la esperanza.

Su novela Ganarse la muerte fue prohibida por un decreto del dictador Videla cuyo gobierno de facto la halló "contraria a la institución familiar y al orden social".

En 1965 estrenó su primera obra teatral, El desatino, en el Instituto Torcuato Di Tella dirigida por Jorge Petraglia.

Esta obra desató la polémica, dado que muchos críticos la entendieron como una obra totalmente ajena a la realidad argentina y desligada del compromiso social que el realismo reflexivo había propuesto como fundamental para el teatro.

[cita requerida] Para Osvaldo Pellettieri, la obra fue «fundamental para la evolución del absurdo en Argentina» y «comenzó una polémica abierta en el seno de nuestro teatro que trajo beneficiosos resultados para su evolución posterior».

Gambaro utiliza de ellas todo aquello que le pueda servir para expresar la soledad humana, la agonía y la absoluta falta de comunicación entre sus personajes, que se rebelan, condenados a vivir en perpetua soledad.

[23]​ En el desarrollo dramático tiene gran importancia la palabra, por presencia o por ausencia; es un elemento que Gambaro considera fundamental para el teatro.

Gambaro utiliza diálogos precisos y densos que a veces se apoyan en un juego lingüístico establecido entre los personajes y destinado a ocultar o declarar la verdad, dependiendo de las necesidades de cada obra.

Además, la autora recurre a tiempos míticos o lejanos histórica y espacialmente, en momentos en los que la dramatización de ciertos temas podía acarrear problemas al escritor.

Dirigida por Barry Phillips, el elenco incluye a Richard Trent, Roy Lee y Angelique Rockas.