Los primeros pasos con su viejo amor, la guitarra, los dio a los 7 años cuando un amigo de su padre, Darío Duarte, también músico, le regaló una guitarra pequeña (el requinto).
[1] A los 11 años conoció, en los obrajes de Jejui Guasu, a Efrén Echeverría, el cual probablemente sin saberlo, estaba marcando con sangre y fuego, lo que sería posteriormente su particular estilo, en este niño prodigio y excelente del requinto, evento que el artista recuerda con cariño y gratitud.
Juan Cancio compartió y recibió el ejemplo de los grandes músicos con tanto talento y fama por el mundo y una rica herencia de canciones inolvidables a: Mauricio Cardozo Ocampo, Eladio Martínez, Diosnel Chase, Emilio Vaesken, Emigdio Ayala Báez, Samuel Aguayo, Agustín Barboza, Luis Alberto del Paraná y Faustino Brizuela.
Durante sus frecuentes giras, Juan Cancio Barreto ha viajado mucho, llevando con él, el duende juguetón que hay en su música conquistando audiencias en el Paraguay y fuera de fronteras.
Continúa recorriendo el interior del Paraguay y visitando la Argentina, Brasil, Chile, donde sigue cosechando galardones por sus magníficas actuaciones artísticas.