Para solucionar el problema se decidió enfrentar a los dos compositores en unas oposiciones en mayo de 1581, que ganó Puro.
Esquivel entabló un pleito y, con ayuda del canónigo Solís, consiguió el cargo, que mantuvo hasta 1585.
Castillo renunció por razones desconocidas y el cabildo decidió nombrar a Alonso Puro, pero a condición de rehacer la documentación para la limpieza de sangre, pues no habían sido aprobadas convenientemente.
La Catedral de Cuenca decidió hacer nuevas oposiciones que ganó Francisco Vázquez.
[6][7] En Cuenca obtuvo un salario de 93490 maravedís al «ser conocida su habilidad y buenas partes».