Fue a Sevilla como auxiliar del arzobispo en el gobierno de la archidiócesis, y, poco después, acompañó como administrador a Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba a Portugal.
En 1593 fue elevado al Obispado de León.
Y en 1603 fue nombrado obispo de Málaga por el papa Clemente VIII.
En 1610 creó y dotó en Alcalá de Henares el Colegio Universitario de “San Ciriaco y Santa Paula”, a donde envió a estudiar a muchos malagueños.
Fue enterrado en la iglesia de Algete (Madrid).