Francisco Trujillo

[4]​ Una vez elevado Cuesta a la sede episcopal leonesa le entregó una canonjía —que le resultó fallida tras ganársela en Roma un rival— y lo llevó con él como teólogo a la tercera sesión del Concilio de Trento, en el que tuvo dos o tres intervenciones públicas.

[5]​ Durante su episcopado convocó tres sínodos provinciales y en 1580 publicó las primeras Constituciones Sinodales de la diócesis leonesa destinadas a aplicar en ella las normas emanadas del concilio tridentino, deteniéndose en aspectos como el de las visitas a las parroquias para evitar los abusos en que frecuentemente incurrían los visitadores episcopales.

En su corrección, en tanto no se tratase de casos graves, que debían remitir al tribunal del provisor, los propios visitadores podían imponer el castigo correspondiente y ordenarles la compra de libros para su formación.

[9]​ Del mismo modo que lo había intentado Andrés de la Cuesta, su predecesor en el gobierno de la diócesis, a quien Felipe II le había denegado ya la autorización para trasladar el coro catedralicio desde la cabecera, unido al presbiterio, al medio de la nave mayor, porque «si la dicha nave se atajaba con el coro se perdería la buena gracia y ornato que tenía la dicha iglesia», en 1584 propuso nuevamente el traslado del coro amparándose en el mejor cumplimiento de los decretos tridentinos en lo que a la solemnidad del culto hacía referencia.

[10]​[11]​ Aunque Trujillo apeló al papa Gregorio XIII y obtuvo su aprobación para hacer el traslado en la «mejor forma» —esto es, sin incomodar al cabildo y atendiendo a sus demandas—, la obra no se acometería hasta avanzado el siglo XVIII.

« s. d. francisco. trvgillo. / obispo de león ». Dibujo a lápiz negro sobre papel verjurado. Anónimo español, siglo XVIII . Biblioteca Nacional de España