Juan Ítalo

El hijo viajó sobre 1050 a Constantinopla para proseguir sus estudios, en los que tuvo como profesor al famoso Miguel Pselo.Un sínodo de obispos presidido por el patriarca Cosmas I dictó nueve anatemas contra él en 1082 por herejía y paganismo;[1]​ según Ana Comneno, tuvo que ocultarse de una multitud enfurecida que quería matarlo, y se vio obligado por el Emperador, esta vez un hombre muy religioso, a renegar de su neoplatonismo y a hacer voto de silencio; no volvió a publicar nada más[2]​ y murió olvidado en un oscuro monasterio.La historiadora Ana Comneno comentó el anatema de Juan Ítalo en su Alexiada con cierto desprecio por el intelectual y la ignorancia que mostró del griego en su Sinopsis retórica; en realidad, lo tenía conceptuado como opositor a la dinastía Comneno por sus orígenes mercenarios.La sentencia contra Juan Ítalo supuso un receso en el camino de la filosofía racionalista en Bizancio y atemorizó intentos posteriores.Fue ésta, precisamente, la posición que sirvió al conjunto de los filósofos bizantinos ¿también teólogos?