Joybubbles
[2] Joybubbles dijo en una entrevista que tenía un CI de 172 «o algo así».[3] A los siete años Engressia aprendió por sí mismo, mediante experimentación repetida, que silbando en un teléfono de la época podía emular los pulsos telefónicos o activar ciertas acciones o comandos de operador.[cita requerida] Durante su adolescencia, consiguió una licencia de radioaficionado, pero su pasión siguió siendo la telefonía.Allí vivió gracias a una pensión por invalidez de la Seguridad Social que reforzaba trabajando en investigación.[2] En sus últimos años se volcó en labores humanitarias ayudando de forma activa a su comunidad, organizando lecturas en la biblioteca local y realizando llamadas telefónicas a niños con enfermedades terminales de todo el mundo.