Pasó su infancia y su juventud en diversas ciudades de España acompañando a su padre, funcionario en provincias.
En 1924 conoció en Villajoyosa, Alicante al artista paraguayo Julián de la Herrería, con quien se casó dos años después.
Actuó en el periodismo radiofónico y escrito, con cortos intervalos, desde 1927 hasta 1952, fecha esta última en la cual, absorbida por la cátedra, abandona el periodismo profesional, aunque prosigue sus actividades a nivel literario y crítico.
Era la autora del capítulo correspondiente a Paraguay, en la “Enciclopedia de Arte Americano”.
Su obra abarca el campo de la creación literaria –más de cuarenta títulos en poesía, narrativa y teatro-, la historia social y cultural del Paraguay, la cerámica, la pintura y la crítica, por lo cual, con justicia es considerada como el más alto, fundamental e insustituible referente en materia cultural en el Paraguay en el siglo pasado.