José Nucete Sardi

Nucete Sardi realizó su labor periodística iniciándose como redactor del diario El Universal entre 1922 y 1936.

En 1958 la Junta de Gobierno presidida por Wolfgang Larrazábal lo designa como embajador en Argentina, al reanudarse las relaciones diplomáticas con este país, rotas el año anterior durante la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, por las denuncias del gobierno argentino acerca del asilo dado por Venezuela a Juan Domingo Perón.

[2]​ Nucete Sardi fue también electo diputado suplente a la Asamblea Nacional Constituyente de 1946 por el estado Mérida y se mantuvo estrechamente relacionado al movimiento democratizador entre 1936 y 1945.

En su labor diplomática fue nombrado dos veces embajador de Venezuela en Cuba.

El derrocamiento del presidente Gallegos no le impidió continuar su labor como Embajador, hasta romper relaciones más adelante, en 1952, cuando Fulgencio Baptista se impuso en el poder tras un golpe de Estado, que derivó en una dictadura.