José Tartiere
Pero como en España hasta 1877 la dinamita sólo podía ser comercializada por el Grupo Nobel, tuvo que abandonar la idea.[3] Pese a ello y a imitación de otros empresarios emprendedores como Antonio Thiry, quien fundó “La Manjoya”, dedicada a la preparación de la dinamita, ácido nítrico y ácido sulfúrico, entre otros materiales químicos, Tartiere llevó a cabo la fundación de la sociedad anónima “Santa Bárbara” en 1880, pese a que no comenzó a funcionar hasta 1883, produciendo pólvora para diversas armas, como las empleadas en la caza, o la munición de las armas utilizadas por los españoles en la última guerra de Cuba, en la cual además participó con el ejército español.Tras quince años de trabajos en la Sociedad Anónima Santa Bárbara, José Tartiere, junto con Policarpo Herrero y Hemógenes González Oliveros, entre otros inversores, inicia un nuevo proyecto industrial que se llamó “Sociedad Industrial Asturiana Santa Bárbara”, en cuyos estatutos se establecía como objetivo social la adquisición y explotación de ferrocarriles y minas, el establecimiento o compra de fábricas y talleres, adquirir obligaciones o acciones de bancos y sociedades, y asociarse con otras empresas.[1][3] Abrió el abanico de sus intereses, participando en otras sociedades y ocupándose del abastecimiento de agua, electricidad y de producción de gas, para poder abarcar estos otros ámbitos dio lugar a la “Sociedad Popular Ovetense”, en el año 1898.También tras su muerte, en 1927, el gobierno asturiano decidió erigir un monumento en su honor que se descubrió seis años después del mismo.