Se destacó en el extranjero al ser nombrado Secretario General Adjunto de las Naciones Unidas en 1964-1972.
Asistió a la escuela primaria Minerva, en su ciudad natal, propiedad de su madre y administrada por ella, a donde también asistió el expresidente Jacobo Árbenz Guzmán.
Se casó con la costarricense Julieta Castro de Rolz-Bennett, con quien procreó tres hijos.
En 1971, mientras fungía como Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos Especiales de las Naciones Unidas, le diagnosticaron un tumor cerebral y fue sometido a una cirugía.
Los médicos coincidieron en que su estado era crítico y su vida podía extinguirse en meses o días, por lo cual Rolz Bennet tomó la decisión de volver al país.
En reconocimiento a su labor fue elegido para un segundo período, de 1950 a 1954, durante el cual se consolidaron las bases de dicha facultad, así como su organización administrativa y académica.
Al fundarse el Instituto Indigenista Nacional de Guatemala, en 1945, también se creó un organismo asesor denominado Consejo Consultivo, integrado por 11 miembros, representantes de diversas instituciones públicas y privadas.
UU., y Rölz Bennett, en nombre del Secretario General de la ONU, condujeron a solucionar el conflicto.
En 1949 publicó el ensayo Mujer, Universidad, Patria y Cultura.
En 1971, a su regreso a Guatemala, gravemente enfermo, fue condecorado con la Orden del Quetzal por sus excelentes servicios, el más alto honor otorgado por el Gobierno de Guatemala.
Esta orden conlleva medalla de oro y diploma especial.