Se dio a conocer en el libro Verdugos y torturadores (1991) del escritor Juan Eslava Galán, quien le cambió los apellidos Moreno Moreno por el anagrama Monero Renomo para que su viuda, entonces aún viva y que ignoraba su oficio, no lo identificara.
Ocupó la plaza que dejó vacante al morir Bernardo Sánchez Bascuñana de 1972 a 1977.
La ejecución de Chez fue la última realizada en España mediante el garrote vil y la única en la que ofició José Monero.
[2] Al no haber asistido a ninguna ejecución, solicitó ayuda al director de la prisión, que designó dos voluntarios a dedo para asistirlo.
[2] La operación de ajuste se llevó a cabo en presencia del reo.